La ex confitería El Águila de Palermo reabre este jueves y recupera su esplendor

El edificio de patrimonio histórico fue renovado y está parcialmente equipado con el mobiliario original que perteneció al Hotel Plaza. Ya cuenta con 3.000 reservas para su reapertura.

 

Este jueves 20 de julio reabrirá el Pabellón El Águila, el histórico café ubicado en el Ecoparque como “Águila Pabellón”. Se trata de un nuevo restaurante que se suma a la oferta gastronómica del barrio de Palermo justo el día del amigo. El inicio de actividades será con una cena por el día del amigo con un menú particular, diseñado por el grupo gastronómico Abridor, compuesto por panaderías, pizzerías y restaurantes, en Capital Federal. La empresa estará a cargo de la administración del nuevo emprendimiento y responsable de los trabajos de recuperación que se llevaron adelante en el edificio. El restaurante ya registró 3000 reservas. Tiene capacidad para 325 personas y estará abierto de lunes a lunes, desde las 8 AM hasta el cierre.

 

En 2019, el Ministerio de Economía y Finanzas de la Ciudad de Buenos Aires informó la vigencia de la licitación pública para la concesión del edificio por 15 años. Sin embargo, el grupo acordó su permanencia por un plazo de una década. Con una inversión de $700 millones, se renovó tanto el interior como el exterior el edificio,  desde la fachada y las terrazas hasta el mobiliario. El trabajo de arquitectura, diseño, interiorismo, restauración y puesta en valor estuvo a cargo de la Arquitecta Diana Lisman, encargada de proyectos del grupo Abridor.

El edificio de El Águila tiene 562 m² construidos y responde al estilo Art Nouveau. Ahora tendrá 325 plazas de sitting en dos plantas del interior y las terrazas de planta baja y del primer piso, así como dos lugares privados. Por un lado, una cava en el subsuelo y un salón en el primer piso con baño y servicio propio, para 4 y 12 comensales respectivamente.

La reapertura ofrecerá cuidados detalles, entre los que se destaca una boiserie (revestimiento), mobiliario y espejos comprado en los remates realizados por el Hotel Plaza. Así, el antiguo pabellón lucirá como en sus años de esplendor. Por años, funcionaron allí diferentes opciones de entretenimiento y servicios. Una de ellas fue la confitería Pabellón El Águila, pero su trascendencia permitió que el inmueble fuera declarado patrimonio histórico.

 

Pabellón El Águila en sus primeros años como cafetería

 

En 1905, aproximadamente 17 años después de la fundación del zoo porteño, abrió sus puertas la tradicional Confitería El Águila. Fue una de las primeras confiterías de Buenos Aires pero con el tiempo en el lugar se desarrollaron otras actividades, como el Centro de Arte y Naturaleza, que llevó adelante la Universidad de Tres de Febrero.

 

El nuevo restaurante tiene todavía dos semanas de obras por delante

 

La consigna de los arquitectos que llevaron adelante el trabajo era restaurar la construcción y respetar al máximo su valor patrimonial. Ahora, El Águila está a punto de abrir sus puertas y presentar un menú renovado que recuperará algunos de los platos típicos porteños, así como platos veganos, vegetarianos y sin TACC.

El trabajo de arquitectura, diseño, interiorismo, restauración y puesta en valor está a cargo de la arquitecta Diana Lisman, quien forma parte del equipo de Abridor y es quien lleva a cabo todos sus proyectos. El inmueble de 562 m² construidos con estilo Art Nouveau contará con plazas de sitting para 325 personas entre las dos plantas del interior y las terrazas de la planta baja y el primer piso. Desde estas, se podrán avistar las maras y los pavos reales que caminan sueltos por el Ecoparque.

El Jardín Zoológico de la Ciudad fue creado en 1888, y su primer Director fue Eduardo Holmber, quien permaneció en ese cargo por quince años, y le dio un carácter más científico al predio. El segundo Director fue Clemente Onelli, desde 1904 a 1924 y su gestión le dio un gran impulso al jardín zoológico, con un aspecto más didáctico, ya que instaló paseos de ponis, elefantes y camellos. De las cien mil personas anuales que visitaban el Zoo porteño en la gestión de Holmberg – Clemente Onelli, pasó al millón y medio de visitantes, un número que se mantuvo como promedio histórico hasta su cierre en el año 2016. En este Zoológico nació el primer elefante asiático en un zoo del mundo. En 1997, el Zoo fue declarado Monumento Histórico Nacional, y en el año 2016, el Gobierno de la Ciudad declara la conversión del Jardín Zoológico de la Ciudad en un Ecoparque Interactivo.

 

 

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