Tandil, un lugar para descansar en un histórico entorno serrano

A solo 360 km de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra esta ciudad cargada de historia. Es una de las pocas zonas serranas dentro de la llanura pampeana.

Los viajes son la mejor inversión que hacemos en nuestra vida. En los últimos años fue cambiando el concepto de los viajes, yendo de vacaciones largas a escapadas más cortas y más seguidas. Sobre esto conversamos con Rodrigo Lole Inza, nuevo director de Turismo de Tandil.

Tandil es una ciudad que se encuentra en la Provincia de Buenos Aires. Queda a sólo 360 km de la Ciudad de Buenos Aires. Es un sitio ideal para escaparse el fin de semana o pasar unos días de descanso. Es una de las pocas zonas serranas dentro de la llanura pampeana.

Sus caserones antiguos bien conservados, una gastronomía con sello propio y la amabilidad de sus habitantes son algunos de los motivos para conocer esta ciudad. En los últimos años se incrementaron los visitantes de la región de Cuyo, que tienen como destino final la Costa Atlántica.

Tandil permite disfrutar de distintas atracciones y actividades, o bien dedicarse a descansar. Existen muchas cosas para hacer, Estas son algunas de las mejores recomendaciones, aunque seguramente también existen otras distintas formas de disfrutar la ciudad.

Atractivos naturales e históricos

La Piedra Movediza es un clásico de los lugares que siempre se nombran de Tandil, y hasta tal vez, es el más famoso atractivo. Lo curioso es que es un atractivo que ya no está. Es que la piedra movediza fue una roca gigante que se ubicaba y también se balanceaba, en la cima de un cerro, pero luego de mantenerse en perfecto equilibrio durante muchos años en la cima, en el año 1912 se cayó, partiéndose en tres pedazos. Actualmente una réplica de la piedra original se emplaza sobre el cerro donde estaba ubicada La Movediza.

El Cerro El Centinela es otro de los clásicos de Tandil. Se trata de otra piedra que se encuentra en la parte superior de un cerro. La diferencia que tiene con la piedra movediza, es que esta aún se encuentra de pie. Su forma es alargada y vertical, motivo por el cual le dieron el nombre de “El Centinela”. Desde allí, se dice que cuida y observa toda la ciudad, aunque también hay una leyenda que le da mucho más romanticismo al sentido de ese nombre.

El Casco Histórico es uno de los lugares que no se puede dejar de visitar. Sus casas y caserones, con sus fachadas y plantas que suelen adornar las puertas y ventanas. Es maravillosa la decoración de los ladrillos a la vista, hasta algunos pintados de blanco, los carteles oxidados y otros restaurados.

Más información: http://turismo.tandil.gov.ar/

Twitter: @TurismoTandil

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