DoHo, el nuevo polo gastronómico en Buenos Aires
Sobre las calles Donado y Holmberg, en el límite en que Villa Urquiza se transforma en Belgrano R., hay un nuevo circuito barrial para salir a comer al aire libre. Cafeterías de especialidad, restaurantes de cocina internacional y helados de autor ¿Por qué todos hablan del DoHo?
Con el antecedente de Palermo como referente, en los últimos diez años muchos barrios periféricos de la Ciudad de Buenos Aires vivieron una transformación en cuanto a su oferta comercial, cultural y -principalmente- gastronómica. Un claro ejemplo de este proceso es el de Villa Urquiza, un barrio que fue cambiando al ritmo del avance de la línea B por Avenida Triunvirato y la incesante construcción de edificios en sus alrededores. Ahora, es el turno del DoHo y su irrupción trascendental en la zona.
Si bien Villa Urquiza resiste y sigue conservando algo de su calma tradicional, la conectividad con el centro de la ciudad y los incontables monoambientes a estrenar convirtieron a esta zona en una de las favoritas por los jóvenes en la búsqueda de una primera vivienda independiente. Así, sus nuevos habitantes también devinieron en un público más que interesante para los emprendimientos gastronómicos dispuestos a apostar por otras zonas de la ciudad.
El primer polo gastronómico de Villa Urquiza se encuentra en el boulevard Mendoza, más precisamente en las cinco cuadras que se extienden entre Triunvirato y Barzana. Allí, las cadenas como The Embers, Starbucks, Almacén de Pizzas, Taco Box y Tea Connection conviven con restaurantes y cervecerías propias del barrio, como Bután Bar y Estilo Misión. Además, desde septiembre del año pasado los fines de semana este sector de Mendoza se transforma en peatonal para favorecer la distancia social en el contexto de la pandemia. Así, de viernes a domingos los locales colocan sus mesas sobre esta calle de adoquines que se transformó en una muy buena alternativa para disfrutar de un almuerzo o una merienda al sol.
Sobre las calles Donado y Holmberg, entre Echeverría y La Pampa, se encuentra la nueva gran atracción gastronómica de la zona norte de la ciudad: el DoHo. Apenas una década atrás, estas calles se caracterizaban por sus terrenos baldíos y las viviendas destruidas desde un frustrado proyecto de la última dictadura cívico-militar: la construcción de la Autopista Central 3, abandonado en 1981. Hoy, la situación es completamente distinta: este corredor en el que las amplias veredas y los espacios verdes son protagonistas aportó vida y movimiento a una zona de la ciudad postergada por muchos años.
En ambas paralelas se suceden los locales de cocina internacional (como Asia Fusión, DoHo Sushi y La Fábrica del Taco), los restó con opciones más tradicionales (el restó Ache Delugo, la parrilla No Tan Santos y la hamburguesería Tiberio), las cafeterías (Le Ble y Café Urbano), las heladerías (Lucciano’s, Freddo y Daniel), y los bares y cervecerías (Gallo Negro y Verraka). Si bien hay opciones para todos los gustos que vale la pena conocer, hay algunas propuestas que se despegan del resto tanto por ofrecer algo diferente como por la calidad de sus productos. Algunos de los destacados son:
. La Heladería Cimino R – Donado 1919
Esta heladería artesanal cuenta con tres sucursales y todas están en la zona: Villa Urquiza, Belgrano R. y el Mercado de Belgrano. Se trata de helados elaborados con materias primas naturales y frescas de alta calidad, sin colorantes, conservantes y saborizantes. Los helados a la crema son hechos con leche y crema de leche ultrapasteurizadas, mientras que los sorbets frutales son elaborados con jugos naturales y sin agregados lácteos, por lo que son aptos tanto para personas veganas como intolerantes a la lactosa. Por ser elaborados con ingredientes naturales, los sabores varían de acuerdo a los productos disponibles en cada estación ¿Los imperdibles? Pistacchio, fior di latte y chocolate belga (apto vegan).
2 – Vespress – Donado 1720
Es la última gran apertura de la zona. Vespress ofrece cafés que tienen su origen en granjas familiares, cooperativas y fincas de pequeños propietarios alrededor del mundo, ya que su principal objetivo es resaltar las notas de sabor específicas de cada región, proceso o variedad de cultivo. Sin embargo, está dando que hablar por su pastelería italiana tradicional elaborada a partir de recetas tradicionales ¿Qué hay que probar? Las sfogliatellas de crema pastelera y los cannoli sicilianos de masa frita y crujiente, rellenos de crema de ricota con naranjitas caramelizadas y pistacho.
3 – Cigaló – Holmberg 2004
La propuesta de este café de especialidad excede la de una cafetería. Sándwiches, bagels, tartas, budines, tortas, scones dulces y salados, entre otros, lo convierten en una propuesta interesante para almorzar en su amplia vereda. Además, ofrecen tres opciones de brunch para compartir que son los grandes hits de Cigaló: una propuesta omnívora, otra vegetariana y otra vegana. Por último, también cuentan con su propia tienda de infusiones, pastelería y productos gourmet.
4 – Chicama – Donado 1995
Esta esquina alberga un restó plant-based, un café de especialidad y un “mercado consciente” de productos orgánicos y gourmet. La propuesta, entonces, está basada en alimentos de origen vegetal con los que elaboran sopas, currys, ensaladas y wraps, entre muchos otros platos. Además de sus cafés, para el desayuno, la merienda y el brunch ofrecen pastelería vegana, avocado toast en pan de molde y bowls de granola con yogur orgánico y frutas de estación ¿Algo más? Sí, está frente a la Plaza Zapiola y tiene terraza.
5 – El Bohemio – Donado 1802
Este bar con “espíritu de barrio y alma de bodegón” es un pionero del DoHo. Una vieja casona familiar devenida en emprendimiento gastronómico. Su focaccia amasada in situ es el secreto del éxito de sus sándwiches de bife de chorizo, milanesa o fiambres; aunque también se destacan sus pastas rellenas y risottos en una carta de varía de acuerdo a los productos disponibles. Además, recientemente inauguraron su Mercado Bohemio con fiambres, quesos, conservas, antipastos y platitos listos para elegir de la heladera y llevar a casa.
Fuente: El Cronista Comercial