En los últimos tiempos, cada vez más personas se proponen evita el estrés de la vida cotidiana en busca de más armonía y de contacto con la naturaleza. Son muchos los que aprovechan los fines de semana, feriados y vacaciones para combinar actividades físicas saludables, bellos paisajes y una mayor conexión con el medio ambiente. El turismo del bienestar experimenta un auge sin precedentes y la práctica de yoga al aire libre se transformó en la experiencia wellness más requerida de esta categoría de viajes. Pero ¿por qué esta disciplina milenaria que mejora la salud física y emocional, ofrece mayores beneficios cuando se la practica en el exterior?
Sin embargo, más allá del vínculo con el turismo, el yoga es una herramienta de gran utilidad que se distingue de otras actividades físicas que requieren equipos especializados y ciertos entornos característicos. En el caso del yoga, el requerimiento es el propio cuerpo y una superficie, que puede ser una plaza, una playa, un jardín o el espacio de trabajo, ya que la búsqueda del equilibrio y la serenidad están al alcance humana, más allá delas circunstancias externas.
El saludo al sol
Tanto el anochecer como el amanecer pueden ser buenas opciones. Sin embargo, muchos yoguis prefieren la primera mañana, para ver la salida del sol y empezar el día con buena energía.
Usar siempre protección solar
Independientemente de la hora elegida, se recomienda el uso de protector solar y agregar un pañuelo o gorra para la cabeza.
Esterilla sí o no?
La elección dependerá de cada uno y del tipo de terreno elegido. Para algunas personas, parte de la magia de practicar Yoga al aire libre es entrar en contacto con el terreno, es decir sin usar esterilla. Sin embargo, si se trata de un lugar con muchas irregularidades, resulta resbaladizo o con piedras es mejor utilizar esterilla para preservar la piel.