Qatar 2022: la transformación de la capital y el impactante diseño del estadio de la final
El país anfitrión de la Copa del Mundo encaró una metamorfosis inédita, que ahora acelera las obras para recibir a más de un millón de visitantes en noviembre de 2022.
A fines de 2010, la FIFA puso el ojo en Qatar, uno de los Estados más ricos del planeta y el más progresista de los países árabes. Desde entonces, el pequeño emirato empezó a prepararse para ser sede del Mundial de Fútbol 2022. Ahora está a punto de convertirse en el anfitrión del mundial que comenzará el próximo mes de noviembre. La transformación del emirato, sin dudas, es de las más significativas que haya enfrentado una nación en los últimos tiempos. Quince años bastaron para instalar a Qatar en el mapa turístico y mostrar datos de su historia, sus atractivos servicios de última generación y bondades , mucho menos sobre su historia y su ubicación geográfica.
Doha, la capital del emirato, se espera que todo esté terminado a fin de agosto. Las transformaciones son múltiples y se ven una vez que se abandona el aeropuerto: allí están desplegadas las banderas de los países que participarán en la Copa del Mundo. También están aún las altas grúas que dan los últimos toques en las diferentes obras que se recortaron en el perfil de la ciudad. Rascacielos, rutas, estadios y otras obras se levantaron en este nuevo Qatar, gracias a millonarias inversiones que llegaron por el encuentro deportivo pero que quedarán una vez finalizado el Mundial.
La cara de Doha será otra de ahora en adelante y el turismo continuará siendo una parte central de la economía. Según la Organización Mundial del Turismo, Qatar tendrá unas 130 mil plazas hoteleras (entre ellas, más de 30 mil son de cinco estrellas y la gran mayoría ya está reservada desde hace varios meses). Esas plazas servirán para alojar al millón de turistas que llegará para ser parte de la fiesta del fútbol. En materia de transporte, también se llevaron adelante importantes obras, entre las que se incluye una línea de subte de última generación con 3 líneas y 37 estaciones que conectará los estadios mundialistas.
Estadios del futuro
A la lista de ocho estadios que serán sede de los partidos del campeonato, se le sumaron los estadios encargados por el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, quién ordenó la construcción de otros cinco. Dos de esos cinco despertaron gran interés incluso antes de su inauguración, gracias a sus vanguardistas diseños. El primero, el Education City Stadium, se ubica a 7 km. del centro de Doha, en Rayán, la tercera sede oficial. Dicha sede fue inaugurada en junio de 2020 y forma parte del campus de la universidad más importante de Qatar. Aquí se desarrollará la fase de cuartos de final. El diseño corresponde al estudio de ingeniería Buro Happold, fundado en 1976 por el ingeniero estructural y civil Edmund Happol, sinónimo de proyectos compatibles con el medio ambiente. El estadio, que se conoce como “el diamante del desierto”, recrea la forma de un diamante facetado y reflejará la luz del día y brillará durante la noche. Tiene capacidad para 45.000 espectadores.
También despierta gran expectativa el estadio de Lusail. Allí se jugarán el primer partido y también la final. Obra del arquitecto británico Norman Foster, su diseño se inspiró en los antiguos recipientes tejidos a mano de los artesanos qataríes. Se decidió ubicarlo en Lusail, ciudad a 15 km al norte de Doha, concebida especialmente para el Mundial, como uno de los desarrollos inmobiliarios y habitacionales más lujosos del país ya que contará con puerto propio, centros comerciales de lujo y parada de subte. Allí, Senegal y los Países Bajos inaugurarán el Mundial 2022.
Así Qatar, esa pequeña península ubicada al oeste de Asia y al este de la península arábiga, cuya una única frontera terrestre está ubicada al sur y limita con Arabia Saudita, quedará más cerca que nunca.