Madrid Design Festival: el reto de “rediseñar” un mundo eco friendly

La sexta edición del evento de la cita más importante de diseño cerró este fin de semana. Bajo el lema “rediseñar el mundo”, el encuentro planteó el reto de este tiempo: apelar al diseño sustentable para salvar el planeta.

Los humanos se distinguieron del resto de las especies por ser los únicos que transformaron sustancialmente su entorno, gracias a su habilidad para desarrollar las más diversas herramientas para optimizar sus habilidades. Las limitaciones biológicas humanas se suplieron con objetos externos que aumentaron su capacidad de adaptación, tanto como para permitir extender el hábitat de la especia a todos los rincones del planeta sin reparar en las adversidades geográficas. De la necesidad nació el diseño, con prendas para tolerar mejor el frío o el calor, con utensilios para los quehaceres de la vida cotidiana o con objetos cada vez más sofisticados para cada circunstancia en particular. Sillas, camas, lámparas, escritorios, espacios de guardado y una larga lista de objetos transformaron el entorno natural. Así, la humanidad dejó definitivamente la caverna y rediseñó el mundo a su medida: le aportó belleza y apto tanto a sus capacidades como a sus limitaciones. Sin embargo, el planeta natural hoy enfrenta un nuevo desafío, un reto tan importante que supera la supervivencia humana individual : el reto de este tiempo es el de apelar a un diseño sostenible, plantada mucho más allá de la supremacía humana.

 


 

La sexta edición del Madrid Design Festival 2023 se desarrolló bajo la idea de “rediseñar el mundo”, a través de un programa de iniciativas que promuevan un cambio sostenido, materializado a partir de un concepto de “diseño sustentable” en todos los niveles de producción. Con 28 exposiciones e instalaciones, 591 profesionales y 77 instituciones, así como marcas y espacios, Madrid Design Festival incluyó, en la edición que llega su fin este fin de semana, artesanía, diseño industrial y de producto, diseño gráfico, moda, arquitectura y urbanismo, así como tecnología, período que posicionó a Madrid como la gran “capital del diseño”. La sexta edición se enfocó en reconocer el trabajo de diseñadores, como responsables de una disciplina imprescindible de la vida moderna, a través de proyectos que se propongan rediseñar el mundo.

La edición 2023 se apoyó en el uso de materiales sostenibles (maderas o cortezas recuperadas, como las usadas por la joyera mexicana Saskia Botelmann, que recogió los restos que dejó sobre Madrid la tormenta Filomena en enero de 2021 y los convirtió en joyas) o en el uso de objetos reciclados (botellas de plástico transformadas en lámparas, por el diseñador Álvaro Catalán de Ocón, cuyo proyecto PET Lamp combina las nuevas tendencias y la estimación de la experiencia transmitida entre artesanos colombianos).

 

 

 

No es nuevo el maridaje entre el futuro del diseño y la apreciación de los saberes tradicionales, pero la pandemia no hizo más que reforzar la consideración del trabajo artesanal. No fueron casos aislados los de quiénes buscaron en la artesanía una terapia alternativa, sino que muchos artesanos profesionales reconquistaron territorios perdidos en la competencia con la producción en serie. Hoy no solo es deseable, sino también posible la producción más o menos seriada de piezas únicas, capaces tanto de nutrirse de productos reciclados como de materiales biodegradables. Un buen ejemplo es el trabajo del diseñador Álvaro Catalán de Ocón, cuyo proyecto PET Lamp nació en 2011, en un taller realizado en Colombia con artesanos desplazados por la guerrilla, que logró extenderse a otras regiones del planeta. Los materiales se alinearon bajo las líneas rectoras de procurar la cooperación y la de tender puentes entre nuevos conocimientos y aquellos saberes ancestrales que perduran. El proyecto celebró en esta edición de Madrid Design Festival sus primeros 10 años de vida, con una exhibición sobre el renombrado proyecto del estudio madrileño ACdO que replanteó la reutilización del PET y le dio visibilidad a la artesanía textil de pequeñas comunidades.

Otro de los destacados fue la exposición Madre Natura, una muestra coral con curaduría de Teresa Herrero, inspirada en los cuatro elementos: tierra, fuego, aire y agua, que utilizó el diseño como herramienta de cambio hacia un mundo en que la circularidad y ecodiseño sean herramientas para reducir la huella ecológica.

 

 

 

Con “Madrid, alfar de modernidad. Cerámica y diseño a mediados del siglo XX”, Madrid Design Festival 23 destacó la relevancia de algunos de los ítems más valiosos del diseño madrileño. Curada por Pedro Feduchi y Pedro Reula, la exposición volvió a la Madrid de mediados del siglo XX cuando jóvenes artistas empezaron a experimentar en  cerámica y diseño con el fin sortear las grietas entre las diferentes disciplinas de las bellas artes durante siglos de academicismo.

Entre las propuestas de la edición 2023 no podía faltar un recurso tan vital como el agua. A través de “Contornos del agua”, Teresa Sapey  planteó una intervención a través del material, la luz y el sonido, cuyo propósito fue evocar el sentir del agua y destacar la trascendencia de una gestión sostenible que permita restaurar el equilibrio de la vida y del planeta.

 

 

PET LAMP, de Álvaro Catalán de Ocón

 

Este año Sevilla fue ciudad invitada y se presentó con la muestra “Sombra iluminada”. La exposición ofreció un recorrido por las fiestas, la religiosidad, su pasión por los caballos, su vestimenta típica, entre otros puntos, en una exhibición que reunió la artesanía más tradicional pero también la obra de nuevos diseñadores, como el dúo Las Ánimas y la ceramista Yukiko Kitahara. El objetivo fue lograr una fusión entre el pasado y presente del diseño sevillano.

 

 

"Madre Natura", curada por Teresa Herrero

 

La importancia del diseño quedó demostrada en una jornada de premiación a las figuras más renombradas del rubro. Rafael Moneo, leyenda local de la arquitectura, fue el encargado de entregar el reconocimiento a su colega Stefano Boeri, en un cruce generacional y geográfico de titanes. También se distinguió la trayectoria de Hella Jongerius y Curro Claret, pilares del diseño contemporáneo, que trabajan con la vista enfocada en las generaciones futuras.

Si bien podría pensar que el primer propósito del diseño es el de otorgar belleza y soluciones a la vida moderna. Sin embargo, es también imprescindible asociar el futuro del diseño a la necesidad de reducir la huella detrás del consumo y de crear un mundo con menos barreras que procuren espacios más accesibles. El 40% de la población mundial sufre alguna forma de limitación relativa al uso de los espacios construidos, por eso, crear diseños accesibles para todas las personas independientemente de su edad, género o condición, es tanto una forma de hacer justicia como una manera de ser más eficientes en nuestra interacción con el entorno.

 

 

 

 

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