Escapadas de Semana Santa: Chubut, un destino con mucho más que avistaje de ballenas

Las cuatro comarcas de la provincia ofrecen un paisaje muy diverso, del mar y su fauna, a las postales cordilleranas y la meseta que las une. Aquí una recorrida, por los puntos salientes para una escapada en el próximo fin de semana largo.

La provincia patagónica es ejemplo perfecto del paisaje de la región: un extremo marítimo, otro cordillerano, que eleva hasta los 2.500 metros de altura, y en el centro la meseta. Así, Chubut es uno de los destinos preferidos por la diversidad de su oferta turística, ya que incluye la posibilidad de esquiar durante el invierno, realizar avistaje de fauna, viajar en el tren de trocha angosta, visitar los pueblos descendientes de la inmigración galesa, disfrutar de la gastronomía típica y practicar diferentes deportes. En esta nota, te dejamos un resumen de los puntos imperdibles de Chubut.

Puerto Madryn

 

Es el destino emblemático de la provincia y es una propuesta ideal para toda la familia. Puerto Madryn tiene atractivos propios y siempre se presenta asociada a la Península Valdés. Desde allí se realizan las excursiones de avistaje de ballenas, así como las salidas para bucear con lobos marinos y el encuentro de observación de otras especies: pingüinos, orcas, elefantes marinos, etc. En la Costa Noreste de Chubut, la dupla conformada por la ciudad de Puerto Madryn y la Península Valdés, área natural protegida y declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por UNESCO en 1999. Este fin de semana largo, se sumará el atractivo del Via Crucis Submarino, en la edición número 19 de este evento turístico religioso reconocido a nivel mundial. Parte de la procesión se hace bajo el agua, con una cruz adaptada para la inmersión. El Via Crucis reproduce el calvario de Cristo por las 14 estaciones de la Vía Dolorosa.  Participan buzos, nadadores y embarcaciones.

 

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Esquel

Ubicada a 300 kilómetros al sur de Bariloche y a 650 al oeste de la ciudad chubutense de Trelew. Es la ciudad referente de la Cordillera provincial, por su ubicación e infraestructura turística. Es, además, la ciudad vecina para los visitantes del Parque Nacional Los Alerces. También desde allí se puede abordar el antiguo tren a vapor La Trochita. La actividad es un viaje por la geografía chubutense pero también un viaje en el tiempo. La excursión dura medio día y se inicia  en la punta de rieles de la línea original que unía Ingeniero Jacobacci y Esquel. A 12 kilómetros de Esquel, también es posible disfrutar del centro de esquí La Hoya, un complejo invernal de 30 pistas y 11 medios de elevación. El centro inaugurado en 1974 es ideal para principiantes y familias por su seguridad. También es buscado por los esquiadores avanzados, por la cercanía de cañadones y la buena calidad de su nieve que, gracias a la orientación de la montaña, se mantiene seca durante más tiempo. La temporada de esquí se extiende de principios de julio hasta mediados de octubre.

 

Por qué Esquel es un lugar ideal para conectarse con la naturaleza

 

Piedra Parada, en la Meseta de Chubut

Una rareza, en medio de la Patagonia árida. Una historia de millones de años, contada por una piedra solitaria, un accidente geográfico que se levanta en un paraje lejano, ideal para la práctica de trekking,  escalada, avistaje de aves o simplemente para los que buscan descubrir nuevos paisajes. Piedra Parada se ubica a orillas del Río Chubut y es una de las maravillas menos visitadas de la provincia. La gran mayoría de las excursiones para pasar el día se realizan desde Trevelin o desde Esquel (las salidas se realizan por la mañana, a las 8.30, y el regreso es alrededor de las 19.30).

 

 

 

Tras bordear el río, se llega al Área Natural Protegida Piedra Parada, luego de una recorrida de unos 100 kilómetros de viaje. La piedra se levanta en la extensión con sus 100 metros de base y 240 metros de altura y sus 50 millones de años de edad, cuando un volcán hizo erupción en el área de la meseta chubutense.
Como parte de la misma excursión, es posible visitar el Cañadón de la Buitrera, que se extiende por cinco kilómetros, de paisaje pedregoso y de plantas enanas que le hacen frente al viento. También es posible visitar cuevas, zonas con restos fósiles prehistóricos, campos con troncos petrificados o el pueblo Paso del Sapo, que tiene menos de 800 habitantes. Quienes deseen visitar la Piedra Parada también pueden ir en su propio vehículo, en un viaje por el centro de Chubut. Independientemente desde dónde se inicie el recorrido, es importante resaltar que quién se ubique al volante debe tener experiencia de manejo sobre terrenos cambiantes y que en el recorrido no hay áreas de servicio. 

 

 

 

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