El conmovedor mensaje de Thelma Fardin en las redes sociales para agradecer el apoyo que recibió

La actriz denunció a Juan Darthés por violación en 2009 cuando estaban de gira por Nicaragua con 'Patito Feo'. A raíz de la repercusión de su testimonio, varias mujeres se animaron a contar situaciones similares.

 

“GRACIAS”, escribió en mayúsculas Thelma Fardín en Instagram y en Twitter este miércoles, luego de la conferencia de prensa que realizó junto a Actrices Argentinas en el Multiteatro donde denunció a Juan Darthés de haber abusado sexualmente de ella durante la gira de ‘Patito Feo’ en Nicaragua en 2009.

La actriz pudo agradecer y poner en palabras sus sentimientos. Contó todo lo que le sucedió y sintió ante el hostigamiento y el encubrimiento por parte de los medios y de la justicia ante estos hechos. Sus miedos, sus sensaciones: ·“Por ahora les digo GRACIAS por escuchar, por creer y sobre todo, por seguir haciendo ruido. Tenés que sacarte mil capas de miedo”, dijo. 

La denuncia de Thelma sirve como espejo a miles de mujeres que sufren o sufrieron alguna vez violencia de género. Es un ejemplo para todas, para que nadie siga viviendo con un secreto oscuro, perturbador, y que puedan atreverse a denunciar a los agresores ante la justicia y en el entorno.

“Tengo que ser más que una víctima porque a la sociedad, a la justicia, a la opinión, a todo eso que ante la duda lo protege a él, no le alcanza “mi” verdad, la verdad”, dijo.

 

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GRACIAS no me alcanza, vamos a tener que inventar una palabra para dimensionar lo que siento con lo que está sucediendo… Por ahora les digo GRACIAS por escuchar, por creer y sobre todo, por seguir haciendo ruido. Tenés que sacarte mil capas de miedo. Miedo a no tener más trabajo, a que te vean como algo roto, a que te rompan; a verte como una mujer de segunda mano, como una víctima, como una traumada; que te marquen como pobrecita, que te marquen como mentirosa, que te marquen. Que te marquen más. Porque lo primero a lo que te sometés es a la duda, a la mirada del otro. La palabra de la mujer que acusa al hombre de haberla violado la ponemos inmediatamente en duda. ¿Querrá sacarle plata? ¿Querrá hacer quilombo? ¿Quiere ser famosa? (Sí, claro, ¿quién no quiere hacerse famosa porque la cogieron contra su voluntad?). Incluso hay gente que ni siquiera le pone signos de interrogación a esos enunciados. “Quizás ella lo sedujo”, “Estaba caminando sola a esa hora y por ese barrio”, “También mirá cómo se viste”, “Ella se lo buscó”. “Ella”. “Ella”. ¿Ella? ¿En serio? Me costó aceptar que me violaron. No usaba esa palabra. Pasaron 9 años para que pueda llamarlo por su nombre. Violación. Cuando no le ponés la palabra, no existe y cuando no existe solo está en tu cabeza, en tu cuerpo, comiéndote la conciencia, la autoestima, las fuerzas, las tripas. Desde que decidí hacerme cargo de lo que me pasó no paro de sentir que tengo que estar a la altura. Tengo que saber más, de feminismo, de leyes, de psicología, de cómo va a reaccionar la sociedad… tengo que tener estrategias, ser fuerte, ser una mujer preparada. Adquirir conocimiento como si solo denunciar que me violaron no fuera algo de lo que pueda apropiarme. Como si para hacerlo y no dejar espacio a dudas tuviera que tener un doctorado en Harvard con especialización en violencia de género. Tengo que ser más que una víctima porque a la sociedad, a la justicia, a la opinión, a todo eso que ante la duda lo protege a él, no le alcanza “mi” verdad, la verdad. “Mirá cómo me ponés” no es la única frase que este tipo me dejó. “Siempre vas a tener trabajo, porque a donde vaya venís conmigo” (continua en el primer comentario)

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Thelma puso sobre la mesa todas las frases acusadoras, que cuestionan a las víctimas en estos casos: “Quizás ella lo sedujo”, “Estaba caminando sola a esa hora y por ese barrio”, “También mirá cómo se viste”, “Ella se lo buscó”. “Ella”. “Ella”. ¿Ella? ¿En serio?”.

Además, no alcanzó con abrir su corazón desde lo más hondo, también compartió el proceso que recorrió desde aquel momento:

 “Me costó aceptar que me violaron. No usaba esa palabra. Pasaron 9 años para que pueda llamarlo por su nombre. Violación. Cuando no le ponés la palabra, no existe y cuando no existe solo está en tu cabeza, en tu cuerpo, comiéndote la conciencia, la autoestima, las fuerzas, las tripas.”

 

La actriz contó, además, desde su cuenta de Instagram, que Juan Dhartés le decía: “Siempre vas a tener trabajo, porque a donde vaya venís conmigo”, proponiéndole un pacto macabro. El Hashtag #MiráComoNosPonemos recorrió las redes sociales, y la noticia llegó a todo el mundo, con la cobertura de medios internacionales, en medio de las denuncias del #MeToo.

“No cuento mi historia porque sea única, sino justamente porque no lo es. La cuento porque aunque me dé miedo exponerme a todo lo que viene por hablar, sé que es más caro el precio de callar. No se callen. Me carcomió mucho tiempo, dañó mi autoestima, mis vínculos, mi segurisas en el trabajo. Por eso hablo”. 

 

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