Agatha Christie vuelve a la TV con John Malkovich como Poirot

 

Agatha Christie siempre es una gran noticia para la televisión. Cada serie o película, cada versión, más lujosa o más modesta, de una novela de la escritora es garantía de público porque se trata de un clásico sin fecha de vencimiento. Ahora, en Flow se puede ver una colección de tres títulos adaptados por Sara Phelps y producidos por la BBC.

 

 

Trágica inocencia, con Bill Nighy, es un típico drama familiar teñido de codicia, rencores y celos. En El misterio de Pale Horse un hombre figura en una lista hallada en el interior del zapato de una mujer muerta y, por supuesto, entra en pánico porque entiende que todos los mencionados en esa lista también van a morir. En El misterio de la guía del ferrocarril aparece, finalmente, su detective Hercule Poirot pero en una versión muy distinta de las que se vieron habitualmente: esta vez está interpretado por John Malkovich.

 

Me siento honrado de que me hayan llamado para interpretar a Hércules Poirot. Es un personaje que ha sido interpretado por excelentes actores y estoy disfrutando de los numerosos desafío que se me presenta. Siento un absoluto respeto por el guión de Sarah Phelps y el trabajo que está haciendo por hacerle justicia a la creación de Agatha Christie.

 John Malkovich

 

El Poirot que se vio últimamente es el de David Suchet, un personaje pintoresco, que siempre va vestido con extrema pulcritud, se maneja respetuosamente, ordenado y apegado a la simetría, reservado y, por supuesto, sibarita. En versiones previas, representaron a Poirot actores de la talla de Peter Ustinov, Albert Finney, Alfred Molina y Kenneth Branagh. Sin embargo, el Poirot de John Malkovich es diferente. Es un hombre de aspecto severo y de carácter más bien oscuro, en quién se percibe la afección causada por alguna desgracia del pasado.

 

 

¿De qué trata la nueva producción de Agatha Christie?

El protagonista comienza a recibir cartas ominosas y desafiantes de alguien que anuncia crímenes inminentes, con fecha y hora, y que firma como ABC. El asesino deja como rúbrica al lado de la víctima la guía del ferrocarril, llamada justamente ABC. La deja abierta en la A y atravesada por un reguero de sangre. La lógica indica que seguirá con la B, luego la C y que seguirá en orden alfabético. El hecho de ser él quien recibe las misivas lo coloca en un lugar incómodo frente a la policía, fuerza que en el comienzo de la investigación lo considera sospechoso. Pero ABC son las iniciales de Alexander Bonaparte Cust (Eamon Farren), quién en apariencia es un vendedor ambulante como cualquier otro.

 

 

El misterio de la guía del ferrocarril fue dirigido por Alex Gabassi (el mismo de El Hipnotizador, The Frankenstein Chronicles) se ubica lejos del estilo tradicional de las novelas de Agatha Christie, que se inclinaron por ubicar los relatos en magníficas mansiones, trenes de lujo o excavaciones arqueológicas en países remotos.  Esta vez, el caso se desarrolla por zonas más sórdidas y oscuras de la ciudad de Londres. Además, en esta versión se hacen referencias a temas como el racismo, el creciente fascismo que empezaba a extenderse en Europa en los años ’30. El Poirot creado por Malkovich se aleja de la sofisticación y le imprime un tono sombrío, en un tierra teñida de crímenes.

 

 

Son tres casos de Agatha Christie, realizados por diferentes equipos, en series breves de tres episodios cada una. En Flow.