Adiós a Antonio Gasalla, el gran retratista nacional
El actor murió a los 84 años. Gracias a sus inolvidables personajes, Gasalla logró trascender los límites del Café Concert y convertirse un fenómeno masivo, tanto en televisión, como en el cine y el teatro.
El humorista Antonio Gasalla murió a los 84 años. “La noticia del fallecimiento de Antonio Gasalla cierra una página del humor en nuestro país. Nuestras condolencias a su hermano Carlos y familia», anunció el martes 18 de marzo la cuenta de X de Multieatro Comafi.
Días atrás, Gasalla había sido internado de urgencia en el Sanatorio Otamendi por un cuadro de deshidratación severa y una baja de glóbulos rojos, en tanto el 9 de marzo había cumplido 84 años.

Como muchos otros grandes, Gasalla se esforzó para ocultar su propio rostro tras las máscaras de sus geniales personajes. Poco se supo de su vida personal, a pesar de su larga trayectoria y del extraordinario éxito que lograron sus creaciones. Ese muro infranqueable recién registró rajaduras en el final de su vida, cuando comenzaron a trascender episodios vinculados al deterioro de su salud física y mental.
Es poco probable que haya un retrato más cruel, irónico y genial de la ciudadanía argentina que la de Gasalla, un treintena de personajes que ganaron popularidad a través de la televisión. Esos rostros se proyectaron en un espejo deformado, que no por corrosivo resignara popularidad. Junto a Enrique Pinti, lograron dejar atrás el fenómeno de culto del café concert al reconocimiento masivo, sin resignar el espíritu de su estilo.
“Hagas lo que hagas, el éxito comienza cuando vos te entendés con el público que va a consumir lo que hacés. El día que se corta ese piolín, sonaste”, decía Gasalla en un testimonio que destaca el libre Estamos en el aire, el libro sobre la historia de la televisión argentina.
Nacido en Ramos Mejía, Antonio Alberto Gasalla era hijo de un peluquero, que comenzó a estudiar odontología pero terminó encontrando su vocación en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Allí conoció a Carlos Perciavalle, juntos formaron parte de una generación única que saltó de pequeños reductos al éxito nacional.
Fue parte esencial del elenco de “Esperando la carroza”, la película de Alejandro Doria donde Gasalla interpretó a Mamá Cora, que luego mutaría la Vieja o la Abuela, un personaje que interpretó durante años en el programa de Susana Giménez.
Actor, productor, director, Gasalla compartió cartel e impulsó la carrera de varias figuras, de Juana Molina, Juan Acosta, Verónica Llinás, Humberto Tortonese, Alejandro Urdapilleta, Atilio Veronelli y Parrilla. También le volvió a otordar protagonismo a Norma Pons, la antigua vedette que junto a Gasalla logró el reconocimiento definitivo como actriz, y reivindicó la injustamente olvidada Nelly Láinez.
Entre sus personajes estaban la maestra Noelia (decía “me van a buscar y no me van a encontrar”), Inesita (con su cara deformada por las cirugías), la entrevistadora Barbara Don’t Worry, las hermanas Malabuena, Soledad Dolores Solari, la anciana Yolanda (en su silla de ruedas), Miriam, la millonaria Mecha y Flora, la empleada pública que gritaba “¡Atrás, atrás, se van para atrás!”.
La exitosa trayectoria televisiva de Gasalla comenzó en 1988. Desde entonces impuso una transformación absoluta tanto estética como de contenido a través de “El mundo de Antonio Gasalla” y “El palacio de la risa”, que le dieron a su creador el Martín Fierro de Oro en 1994.