Con la llegada del envejecimiento se suele creer que es mejor optar por una vida tranquila, con más reposo y menos movimiento para preservarse. Sin embargo, nada está más alejado de la realidad. Realizar una rutina de entrenamiento que, aunque suave, puede contribuir a combatir enfermedades que aparecen con la edad.
Los profesionales recomiendan al menos 150 minutos semanales de ejercicios cardiovasculares, y si se agrega un entrenamiento de fuerza, los resultados pueden mejorar considerablemente. De todas maneras, lo más importante es poder mantener una rutina que implique movilidad y actividad física.
Las claves para sostener la autonomía:
Según profesionales, existen maneras accesibles para ejercitarse y mantener la autonomía con el avance de la edad. Entre las actividades se destacan:
- Actividad Física: Realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio cardiovascular moderado, como caminar, correr, bailar o nadar.
- Nutrición: seguir una dieta rica en frutas, vegetales, frutos secos, reducir el consumo de carnes rojas, alimentos procesados, sal y azúcar.
- Evitar sustancias nocivas como el alcohol o el tabaco.
En el envejecimiento también es importante considerar la influencia que ejerce el estado de ánimo. Se debe advertir entre los adultos mayores cercanos si hubo cambios y predomina la tristeza o los sentimientos negativos. Estos sentimientos no son propios de la edad y es reversible.